Enviado originalmente el 18 de noviembre de 2024
¡Hola!
Para este boletín te preparé un tema buenísimo: el Social Selling. Te platicaré un poco acerca de qué es, cómo se hace, cómo aplicar la IA y qué no hacer.
Esto del Social Selling, suena como otra moda más de las redes, ¿no? ¡Pues para nada! En realidad es lo que hoy mueve las ventas. Y no, no es solo subir fotitos de tu producto o poner frases inspiradoras; se trata de construir relaciones de verdad con tus clientes, de conectar con ellos sin que sientan que les estás vendiendo a la mala. Como cuando alguien que ya te cae bien te recomienda algo, ¿te suena? Pues justo así funciona.
Todo empieza por saber con quién estás hablando. No basta con conocer la edad o dónde viven tus clientes. Es como cuando sabes perfectamente que a tu amigo le gusta el café con tres cucharadas de azúcar. Bueno, así, pero nivel experto: ¿qué les duele? ¿qué necesitan? ¿qué buscan? Si no sabes eso, todo lo que digas se queda en el aire y no conecta. Cuando conoces a fondo a tu audiencia, todo empieza a fluir de manera natural.
Después, necesitas un perfil en redes que hable bien de ti, que muestre que realmente sabes y que eres alguien confiable. Porque, siendo sinceros, si tienes una cuenta toda descuidada y sin chiste, nadie se va a molestar en leer lo que pongas. Te tienen que ver y decir: “Esta persona (o negocio) sabe de lo que habla”. Es como cuando ves a alguien bien vestido y dices, “Ok, confío.”
Y hablando de contenido, esto es clave. La idea no es que publiques por publicar; la cosa es que lo que pongas en redes sea algo que de verdad le sirva a la gente. Tips, guías, ejemplos… cosas que realmente hagan que tus clientes digan “¡Ah, esto me sirve!” O sea, contenido que sea útil, como cuando alguien te pasa un dato buenísimo que no te esperabas. Así los tienes atentos y, de paso, te ven como un referente. Ya no eres cualquier perfil; eres la persona que trae las respuestas.
Ahora, viene la parte de conectar. No puedes ser un robot que copia y pega mensajes. Cada mensaje debe sentirse personal, auténtico. Tienes que interactuar de manera genuina, como si estuvieras en una plática con ellos. Si únicamente vendes o hablas sin parar de ti mismo, todos huyen. Es como si solo hablaras de ti en una fiesta; nadie quiere escucharte. Esto se trata de escuchar y responder con interés, y ahí es donde pasa la magia.
La última clave es mantenerse al día, no solo lanzar posts y ya. Tienes que estar al pendiente de cómo va la cosa, de si el contenido gusta, si la gente interactúa o no. Cada vez que alguien comenta, es una oportunidad para estrechar esa relación. Ahí puedes ajustar, cambiar el enfoque si hace falta, responder dudas… en fin, es un trabajo en tiempo real.
Ahora, veamos el verdadero punto de todo esto: ¿has oído de la Inteligencia Artificial Generativa? Sí, hablo de cosas como chatGPT. Resulta que esta herramienta sí puede ser como tu asistente personal para todo esto. Puedes usarla para que te sugiera ideas de contenido, para ayudarte a darle forma a un perfil, y hasta para analizar cómo va tu interacción. Pero, y aquí es donde viene lo interesante, la IA tiene truquitos y si no tienes cuidado, puede que te haga meter la pata. De hecho casi siempre sucede.
Por ejemplo, la IA puede darte una idea de a quién le vendes, pero si te confías y tomas todo tal cual te lo sugiere, podrías estar dirigiéndote a la gente equivocada. Y ya sabes lo que pasa cuando intentas hablarle a alguien que no está interesado, ¿verdad? Es como intentar vender paraguas en el desierto. La clave aquí es usar esos datos como guía, pero siempre revisarlos tú mismo y ajustarlos para que tengan sentido. Claro que para ello tienes que tener el conocimiento necesario. Si no tienes idea de qué es lo que te está presentando, nunca sabrás si es real o no.
Otro error clásico: te deja los textos del perfil listos, pero te los hace genéricos. Así que nunca uses esos textos al pie de la letra; siempre léelos con ojo crítico y trabájalos con tu toque personal para sonar real, como tú mismo. La autenticidad en redes sociales es como el perfume: si es falso, se nota.
Otra vez hablando de contenido, la IA puede ayudarte a generarlo a lo loco, sin planeación alguna, pero no te conviene llenarte de posts irrelevantes. La gente quiere calidad, no cantidad. Así que sí, usa la IA para hacer contenido, pero revisa que sea contenido bueno, no cualquier cosa. Todo lo que publiques debe tener un propósito claro. Y estar alineado a la estrategia que ya estableciste para alcanzar tus objetivos.
Con las interacciones automatizadas también hay que tener mucho cuidado. Por lo general la IA usa mensajes automáticos que se sienten fríos, casi sin vida. La gente no quiere hablar con una máquina, es frustrante. Quiere sentir que detrás del perfil hay alguien que los escucha de verdad. Así que aquí la clave es supervisar todo. Recuerda que cada mensaje que envíes debe ser especial, único.
Y bueno, al final, la IA solo es una herramienta, no el jefe de tu estrategia. Si la usas bien, claro, te ahorra tiempo, pero si la dejas manejar todo, corres el riesgo de desconectar por completo con tu audiencia. Con Social Selling, tu trabajo es que cada persona que te lee sienta que hay una persona detrás, alguien con empatía, alguien que está ahí para ayudar. Ahí está el verdadero truco, y créeme, cuando eso pasa, las ventas se dan solas.
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